¡Hola! Soy Rosy Granados, joyera de Torreón Coah, México. Hace 12 años empecé a estudiar diseño y manufactura de joyería. Primero en un curso organizado por Peñoles, posteriormente el Diplomado en el Tec de Monterrey, y diferentes cursos en La Salle y en Hard to Find en la ciudad de Guadalajara. Soy miembro de la APLAC y del Savor Silver International Designer of Distinction México. Con el tiempo, fui aprendiendo diferentes técnicas, conociendo tipos de piedras para incorporar en mi joyería, y uno de estos elementos son las perlas, unas de mis gemas favoritas.
Hablar de perlas es hablar de historia, de belleza, de lujo, de leyendas y también de industria y sustentabilidad.
A lo largo de la historia, la perla, por su brillo y su iridiscencia ha sido una de las gemas más preciadas y codiciadas.
Desde los egipcios y los romanos, en la Edad Media, El Renacimiento y hasta la fecha, han sido consideradas símbolo de riqueza, casta, poder y estatus. Admiradas por su belleza, también se les ha asociado con la pureza, el amor, el matrimonio, propiedades curativas y hasta de amuleto protector.
A principios del siglo XX, en Japón, gracias a la investigación y pruebas de Kokichi Mikimoto, se inventó la técnica para producir perlas cultivadas. Hoy en día con la introducción de las perlas cultivadas, estas joyas están al alcance de cualquier persona.
¿Cuál es la diferencia entre perla natural y perla cultivada?
En su proceso de formación, la perla natural se constituye cuando un agente irritante se abre paso en determinadas especies de Bivalvos. Como mecanismo de defensa, el molusco segrega un fluido para cubrir la irritación. Capa tras capa de este revestimiento (conocido como “nácar”), se deposita neutralizando al agente irritante y poco a poco se forma una perla brillante.
El proceso de nacimiento de una perla cultivada es igual el de la natural, solo presenta una diferencia: el agente irritante es implantado quirúrgicamente, por acción del hombre.
Las perlas naturales son cada vez más raras, su hallazgo se ha convertido en algo extraordinario y el tipo de perla que predomina en la actualidad es la cultivada. Hoy en día la variedad cultivada acapara el mercado mundial de las perlas auténticas, relegando a un 2% a las perlas naturales.
Sus colores varían desde el blanco, blanco plateado, crema, amarillo, rosado, verdoso, azulado y negro, esto depende del molusco y de las aguas en donde se cultivan. Las formas van desde la más clásica que es la redonda, semi redonda, pera o gota, botón, ovalada, anillada y barroca.
Debido a su historia, belleza y tradición, las perlas son un elemento muy importante en mis colecciones. Conoce un poco más sobre mí y mis productos en mis redes sociales.
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